13/4/05

Universo Cinematográfico: El Halcón Inglés (Soderbergh, 1999)

Diario de Navegación:

Hemos llegado a una ciudad cualquiera, atiborrada de gente con muchas cosas y asuntos diversos por atender. A pocos metros de donde yo estaba había varios coches de policía. Les pregunté porque había tanta actividad de las fuerzas del orden en la zona.

El agente me miró como si acabase de llegar de otro universo (no era cuestión de ser tan franco con él) y yo me hice el inocente. Me dijo que a estas alturas le sorprendía que alguien no supiera todo lo que había pasado allí.

Después de algún que otro intento de sacar algo en claro, decidí volver a la nave y activar el Mecanismo Temporal para ver que había sucedido.

Una vez en la seguridad del espacio, la computadora comenzó a trabajar y la información comenzó a reflejarse en la pantalla.

Lo primero que vimos fue un hombre. Salía del aeropuerto con la única compañía de un discreto y sobrio maletín. Me fijé en él: edad avanzada, mirada fría, entradas. Tenía todo el aspecto de alguien curtido a base de toda una serie de golpes sufridos en la vida. Instintivamente se me ocurrió que aquel hombre podía haber estado en la cárcel.

Su mirada era decidida, y caminaba con firmeza. Era obvio que su llegada a aquella ciudad obedecía a un propósito concreto.

La computadora emitió un pitido, indicando que el análisis había terminado y comenzaba la Reconstrucción Temporal.

Pronto ese hombre tuvo un nombre: Wilson. Y un propósito: la venganza.



Título: El Halcón Inglés
Director: Steven Sorderbergh
Año: 1999

Después de haber pasado casi una vida en la cárcel, a Wilson le llega la noticia de que su única hija ha muerto en un accidente. Wilson no cree las circunstancias de la muerte y viaja a Estados Unidos para descubrir lo que pasó, decidido a aclarar lo acontecido a su hija y a dar su merecido al responsable en caso de haberlo. Aunque Wilson no necesita demasiadas pistas, ya que cree estar prácticamente seguro de quien llevó a la muerte a su hija...

Dirigida por Sorderbergh y protagonizada por Terence Stamp, la película entrelaza de una forma magnífica todos y cada uno de sus capítulos. El increíble trabajo de montaje realizado en esta película rompe la linealidad que suelen mantener estas historias de venganza y desagravio.

Terence Stamp no lo tiene muy difícil, ya que el papel de Wilson se adapta a él como un guante logrando un hombre tan impasible como emocionales son sus ansias de venganza. Nada tiene que envidiar esta interpretación al mas duro Clint Eastwood.

Al intentar describir de la manera mas fiel posible la sensación que transmite la película, el termino más exacto sería "impecable". Que conste que no utilizo este adjetivo para valorar su calidad cinematográfica, sino los distintos elementos de la trama. Todo en dicha trama es impecable: la manera de vestir de cada uno de los personajes, las frases, los gestos, incluso los violentos enfrentamientos. A pesar de ser actitudes o frases casuales, se las dota de un refinamiento capaz de convertir una venganza en un comportamiento elegante.

En definitiva, una película idónea para ver en un momento de relax sin peligro de aburrirse en absoluto.

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